¡Una familia sin violencia es posible! – mayo 15 2021

María Luisa nos cuenta de su reflexión sobre la importancia de garantizar cuido y protección de sus hijos en todo momento y que desde su integración al Programa de Fortalecimiento Familiar Somoto, tiene una mejor relación y comunicación con su hija e hijo

La familia de los hermanos Johan y Cristel está encabezada por mamá y papá, siendo la señora María Luisa, de 35 años la cuidadora principal de los niños, quien junto con el papá tienen trabajos temporales.

Aunque la madre es la responsable de brindar el cuido a sus hijos, cuando no contaba con redes de apoyo, en algún momento el niño se quedaba bajo el cuidado de su hermana mayor de 12 años. Respecto a esto María Luisa nos relata que en una ocasión que regresó al hogar parte de la cocina había comenzado a quemarse producto de unas hojas secas que había cerca del fogón, y que los niños aún no se habían dado cuenta.

Para María Luisa esta situación fue un punto de reflexión sobre la importancia de garantizar cuido y protección a sus hijos en todo momento, que siempre estén bajo el cuidado de un adulto responsable.

También nos cuenta que antes su relación con sus hijos no era tan afectiva y que no les hablaba de forma apropiada, pero que desde su integración en el Programa de Fortalecimiento Familiar Somoto de Aldeas Infantiles SOS Nicaragua, ahora tienen una mejor relación y comunicación, y sobre todo son más afectivos entre ellos.

Participar en los espacios de Orientación Familiar, le ha permitido hacer cambios en la familia, reconocer la necesidad de fortalecer sus redes de apoyo y también ha mejorado su relación con los vecinos de la comunidad.

Johan se encuentra en tercer nivel de un Centro Comunitario en Somoto y ahora es muy cercano a su mamá, mediante su integración en los procesos pedagógicos y de educación emocional, ha favorecido su desarrollo y aprendizaje, tener más autonomía, ser activo y participativo.

La cuidadora es miembro del equipo de gestión, participa en los espacios de Protección Infantil, donde ha desarrollado habilidades siendo más comprometida, en garantizar protección a niños, niñas y adolescente en la familia y comunidad.

La familia agradece al Programa de Fortalecimiento Familiar Somoto, por permitirles participar en todos los espacios, expresando “Ser un referente de cambio para su familia, vecinos y comunidad, en cuanto a la seguridad y protección de niños, niñas”.